APRENDER A ESTUDIAR MEJOR



Si crees que las herramientas que utilizas a la hora de estudiar son mejorables, te facilitamos el siguiente enlace web con interesantes actividades interactivas que pueden ayudarte mucho.

http://ntic.educacion.es/w3//eos/MaterialesEducativos/mem2006/aprender_estudiar/index2.html






El afrontamiento de los exámenes
1-Una buena preparación, contribuye a aumentar nuestra confianza, lo que ayuda a calmar los nervios y a mejorar el rendimiento durante el examen.
2-Preparar el día anterior todo el material necesario: 2 bolígrafos (uno de repuesto), lápiz, goma, sacapuntas, calculadora, etc.
3-Llegar al lugar del examen con tiempo suficiente, sin prisas, y no de forma atropellada (incrementa el nerviosismo).
4-En los momentos previos al examen mantenerse tranquilo (ver apartado siguiente sobre “control de la ansiedad”)
5-Cuando comienza la prueba lo primero que se debe hacer es leer atentamente todas las preguntas y prestar atención a las instrucciones del profesor. En caso de dudas hay que preguntarlas inmediatamente al profesor. Hay que tener todo claro antes de comenzar a contestar.
6-Es preferible empezar a responder por aquellas preguntas que se dominan; al dejarlas resueltas contribuirá a aumentar nuestra confianza. Se continuará por aquellas otras que se dominan algo menos y se dejarán para el final las que resulten más complicadas.
7-En las respuestas conviene ser precisos, destacando las ideas principales y dando los detalles necesarios: hay que demostrar que se domina la materia. No se debe divagar, decir obviedades, dar información de escaso interés.
8-Hay que evitar dejar alguna pregunta en blanco (para muchos profesores es motivo suficiente para suspender). Siempre se podrá contestar algo a partir de datos generales del tema o se podrá relacionar con otros epígrafes que se conocen. Si aun así no se sabe qué decir no habrá más remedio que dejarla sin contestar.
9-Lo que no se debe hacer es inventar una respuesta "a ver si cuela" (no es serio).
10-Llevar un reloj para controlar el tiempo.
11-Hay que distribuir el tiempo entre el número de preguntas para ver cuanto se puede dedicar a cada una. Si en alguna de ellas uno se atasca es mejor desistir y pasar a la siguiente; si al final sobra tiempo se podrá volver sobre ella.
12-Si al final falta tiempo para desarrollar correctamente alguna pregunta, conviene al menos señalar los puntos principales.
13-Los últimos 5-10 minutos hay que reservarlos para repasar el examen antes de entregarlo (completar algo, corregir algún dato erróneo o alguna falta de ortografía, etc.).
14-No se pueden cometer faltas de ortografía. Si se duda de cómo se escribe una palabra es preferible utilizar algún sinónimo.
15-Si es un examen que puede durar varias horas es conveniente llevar algunos caramelos (su aporte de glucosa ayuda a combatir el cansancio).
16-En los exámenes además del fondo es fundamental una buena presentación: proyecta una imagen de organización y seriedad, mientras que una mala presentación transmite sensación de caos e improvisación. Evitar tachones
17-Una letra clara, fácil de leer, predispone favorablemente al profesor. La mala caligrafía produce el efecto contrario; el profesor, con montones de exámenes por corregir, no va a perder el tiempo tratando de descifrar una letra ilegible.
18-Establecer márgenes verticales y horizontales amplios. Utilizar el punto y aparte, evitando párrafos excesivamente largos.
19-Los párrafos cortos facilitan la lectura y permiten destacar mejor las ideas.
21Por último, recordar que hay que tratar de perderle el miedo a los exámenes (no se acaba el mundo por suspender uno).
Si se preparan con rigor lo normal será aprobarlos y si se suspende alguno habrá nuevas oportunidades.
El esfuerzo planificado es garantía de éxito por difícil que pueda ser la materia.

Fuente: Adaptado de:aulafacil.com








Técnicas para afrontar la ansiedad ante los exámenes


1-     Control del pensamiento: La ansiedad siempre se produce porque hay algunos pensamientos negativos que nos invaden sobre acontecimientos futuros. Casi siempre son irracionales, porque no se apoyan en datos objetivos, sino en una serie de errores que cometemos a la hora de pensar, algunos de ellos son los siguientes:
a-    Túnel: se trata de pensar como si estuviéramos en un túnel que sólo nos deja ver algunos aspectos de la realidad (los negativos), pero no la realidad completa.  Para evitarlo puedes hacer un ejercicio de decirte a ti mismo/a : “Solo puedo ver……(lo negativo),olvidando que también tengo que pensar en ….(lo positivo). Piensa en tus puntos fuertes (“Hasta ahora siempre  me ha ido bien, estoy haciendo lo que debo, que es estudiar lo que puedo, …)
b-   Adivinación: Nos dedicamos a “adivinar” (siempre poniéndonos en lo peor) lo que va a pasar. Ej: “voy a suspender, no podré acceder a los estudios que quiero, tendré que estudiar otra cosa, todo será un desastre…”
Te sugerimos que intentes siempre hacer racional, con pruebas objetivas, todo lo           que piensas (“¿En qué datos objetivos me baso para pensar eso?), que busques argumentos racionales que desmonten tus teorías adivinatorias, buscar pruebas que lo demuestren.
Es importante ser específico en tus descripciones. Evitar pensamientos generalistas como “todo me va a salir mal”, y sustituirlos por otros más específicos y con propuestas de solución:  “este examen no me ha salido muy bien, tendré que ponerme a pensar en cuales han sido mis errores para mejorar la próxima vez”.
c-    Catastrofismo: Nos vamos al extremo más fatalista sobre lo que nos depara el futuro, pensamos siempre en que la más fatal de las posibilidades es la que nos va a ocurrir.
El antídoto es, como en el  caso anterior, desmontar esa creencia con argumentos objetivos y realistas.
2-     Técnicas de relajación: Aunque la “cura” a la ansiedad se encuentra en el control de nuestros pensamientos (punto anterior), utilizar técnicas de relajación ayuda mucho a evitar el enorme malestar que produce la ansiedad en general (y la de los exámenes en particular). Te proponemos unas sencillas técnicas que ,gracias a la práctica, (si puedes practicarlo  a diario, mejor) te harán un experto/a en relajarte en momentos de tensión.
a-    Controlar la respiración :Realiza diez respiraciones profundas del siguiente modo: Tumbado/a o sentado/a en un lugar tranquilo y cómodo, toma aire por la nariz hasta llenar los pulmones, mantenlo unos 2-3 segundos, y suéltalo por la boca muy despacio, como si estuvieras soplando a una cuchara llena de sopa. Practica esto durante unos 3-4 días. Cuando lo tengas controlado, pasa a la fase siguiente (destensar los músculos).
b-   Destensar los músculos: Comienza por hacer unas 5 respiraciones como las del apartado a-. Después, comienza a “tensar” todos los músculos del cuerpo durante la inspiración y “destensar” (dejándolos flojos, como si fueran de trapo) durante la espiración. Practica esto durante 2-3 días y pasa al apartado siguiente.
c-    Relajación progresiva: Cuando domines los anterior,  puedes probar a entrenarte en la relajación progresiva. Tumbado/a, y tras realizar unas 3-4 respiraciones ve centrando tu atención  progresivamente en las distintas partes de tu cuerpo y ve relajándolas, desde los pies  a la cabeza (déjalas flojas, piensa que son de chicle, que no tienen fuerza para  mantenerse, si no estuvieras tumbado/a te caerías…)Pies, piernas, muslos, cintura, abdomen, espalda, hombros, brazos, antebrazos, manos, dedos de las manos, cuello, cara, ojos, frente, cuero cabelludo.
Tómate tu tiempo, sin prisa. Busca un lugar y momento tranquilo, en el que nadie te moleste ni interrumpa.
d-   Visualización/ autosugestión: Cuando hayas conseguido la relajación de todos los músculos,                   puedes realizar una visualización mental de alguna escena que te resulte agradable y relajante (un paseo por la playa, nadar en el mar, pasear por el monte…)
También es muy útil decirte frases que te “autoconvenzan” de lo que tú quieras, con el esquema: “Yo voy a estar cada vez más tranquila/o”, “Yo voy a estar cada ves más segura/o de mi capacidad para aprobar”, “Yo voy a estar cada vez más contenta/o”.
Puedes acompañarlo con música relajante.

Al principio, como todas las cosas nuevas que aprendemos, puede que te cueste un poco de esfuerzo y tiempo, pero según vayas adquiriendo práctica, será más rápido (podrás incluso saltarte pasos y hacer directamente la progresiva, o utilizar sólo la respiración…) y , lo que es más importante, la podrás poner en práctica en cualquier momento y situación a lo largo de toda tu vida. Tendrás tanta práctica, que en unos minutos e incluso segundos, serás capaz de librarte de la tensión de tus músculos y de hacer algunas respiraciones en cualquier lugar.
No te desanimes si no te sale todo a la primera, es cuestión de práctica.

¡¡Anímate a intentarlo.!!

Si tienes alguna duda, consulta con el Departamento de Orientación.

   

   




   

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